viernes, 26 de agosto de 2011

SOLIDARIDAD CON NUESTROS HERMANOS INDÍGENAS

La convivencia entre el hombre y la naturaleza considero que debe ser una relación de reciprocidad. El medio natural nos ofrece salud, belleza, alimentos, resumiendo en una sola palabra nos ofrece VIDA. A cambio los seres humanos debemos protegerlos y sostenernos con sus recursos.
Cuando esta relación es alterada no sólo afecta a nuestra céntrica ciudad, sino también a las comunidades indígenas y campesinas que también son parte de nosotros por su gran aporte cultural, quienes son los más afectados por este suicidio social llamado CONTAMINACIÓN.

Imagen de río contaminado por derrame de petróleo

Nuestros hermanos de las comunidades más alejadas de Iquitos, piden a gritos que se haga algo para detener esta “matanza ambiental”, lastimosamente no son escuchados, porque muchos consideran que no tienen derechos y que no son iguales a nosotros. Dice un dicho: “pagan justos por pecadores” eso se aplica a ellos se enferman, se envenenan y han alterado el curso normal de sus vidas por causa de otros, del ciudadano urbano, que se cree más culto y superior, y demuestra lo contrario con su actitud destructora de la interrelación armoniosa de hombre-naturaleza. Entonces, surge aquí la pregunta ¿sabemos la magnitud del daño ocasionado a los indígenas y a su medio?, igualmente me pregunto ¿asumimos que el problema tiene su origen en nosotros directamente?, y finalmente, ¿los derechos a una vida tranquila, en paz, en armonía con el medio no alcanza a ellos?; éstas y otras interrogantes van surgiendo mientras voy redactando este artículo.
Hay muchos culpables, pero más allá de culpar a las fábricas y empresas petroleras, debemos hacer un mea culpa, ya que antes de echar esa botella de plástico al río, o tu bolsa de basura al mismo, por qué no piensas en que hay niños y adolescentes como tú en ese caserío o comunidad muriéndose por el envenenamiento de sus aguas.
No se trata de hacer grandes campañas ni de buscar culpables, haz una campaña en tu interior, acepta que tanto tú como yo tenemos una parte de culpabilidad en este desastre ambiental. Ellos son parte de nosotros porque compartimos la misma historia y cultura, tienen los mismos derechos y debes detenernos en ese incesante avance destructivo de su medio.
Vista de un río limpio
Margarita Vela Rengifo
                                                               Estudiante “S.C”

No hay comentarios:

Publicar un comentario